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24 de noviembre de 2010

El Papa admite el condón en la prostitución de ambos sexos



El papa Benedicto XVI, junto al 
periodista Peter Seewald, 
izquierda, y al monseñor Rino 
Fisichella, mostró el lunes en El 
Vaticano el libro La Luz del 
Mundo.
El papa Benedicto XVI, junto al periodista Peter Seewald, izquierda, y al monseñor Rino Fisichella, mostró el lunes en El Vaticano el libro La Luz del Mundo.
AP / OSSERVATORE ROMANO



El VATICANO

Los comentarios del Papa Benedicto XVI, publicados recientemente, sobre el uso de condones en casos especiales, se aplican tanto a las mujeres como a los hombres, dijo el Vaticano el martes en un reconocimento por la Iglesia de que el uso de condones puede ser parte de un esfuerzo más amplio de la prevención del sida.
La aclaración no representa un cambio en las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre el control de la natalidad, que continúa estando prohibido, pero aparenta ser una respuesta inicial significativa a los críticos que han visto en la prohibición por el Vaticano de los preservativos como un fallo moral a la luz de la crisis del sida.
Durante sus conversaciones con el escritor alemán Peter Seewad, publicadas en el libro entrevista La luz del mundo, presentado oficialmente el martes, el Papa alemán acepta el uso de preservativos tanto por mujeres como por hombres para evitar la propagación del sida a través de la prostitución.
El texto original en alemán se limita a levantar el anatema del catolicismo sobre los preservativos para los prostitutos, aunque en la traducción italiana ese término fue traducido como "prostitutas''.
Pero según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, el Papa tenía en mente tanto a hombres como a mujeres.
Lombardi asegura que hubo un error de traducción. "Que se trate de un hombre, una mujer o un transexual prostitutos, es lo mismo: el mensaje es que hay que evitar poner en riesgo la vida del otro, un primer paso hacia la responsabilidad'', insiste.
El pontífica católico admite que se retiraría si empeorara su salud y se refiere al tormento que vivió con los escándalos de casos de pedofilia que golpeó a la Iglesia.
Sin dejar de defender el celibato, Benedicto XVI afirma además que si un sacerdote vive con una mujer y desea casarse "lo mejor es que se casen'' y abandone el sacerdocio, con lo que demuestra una mayor disponibilidad a conceder dispensas.
Según el Papa, el problema de "fondo'' es la sinceridad y el respeto hacia el otro y en aras de ello hay que evitar las "mentiras y la ocultación'' de la situación.
"Allí donde un sacerdote viva junto a una mujer se debe examinar si existe una verdadera voluntad matrimonial y si quieren contraer un buen matrimonio. Si es así, se debe tomar ese camino'', manifiesta el Papa en el libro-entrevista escrito por Peter Seewald, comentado el caso del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, que vivía con una mujer y tenía hijos.
La mayoría de las dispensas se otorgan a sacerdotes casados por lo civil y a otros a los que los exámenes que se les efectuaron demostraron que nunca

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